Misión Continental
El Papa Emérito Benedicto XVI dio un fuerte impulso de poner a todas las comunidades eclesiales en estado de misión permanente, a través de lo que se ha llamado la “Misión Continental”.
Los Obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida (2007) se propusieron generar un gran “despertar misionero, en forma de una Misión Continental”, que busca “poner a la Iglesia en estado permanente de misión” (DA 551).
Objetivo de la Misión Continental
Se trata de suscitar un verdadero despertar misionero en todos los países, que busca poner a la Iglesia en estado permanente de misión, a fin de que tanto las personas como las familias, comunidades y pueblos tengan vida plena en Jesucristo. (DA 551).
¿En Qué consiste la Misión Continental?
- Se trata, ante todo, de despertar la vocación y la acción misionera de los bautizados, y alentar todas las vocaciones y ministerios que el Espíritu da a los discípulos de Jesucristo en la comunión viva de la Iglesia.
- Es un tiempo de gracia para despertar la conciencia de la vocación de discípulos misioneros de Jesucristo en toda la Iglesia. Es la voluntad permanente de los creyentes de transmitir la alegría de su fe a todo el continente.
- Es una toma de conciencia en los católicos practicantes de la responsabilidad de evangelizar a los no practicantes, poniendo al servicio de los demás los dones que hemos recibido.
- Es una gran oportunidad para retomar la Nueva Evangelización, revitalizándola y buscando nuevas formas de llegar al pueblo, sobre todo a los alejados. Y que responda a la situación actual que viven nuestros pueblos.
- Es poner a la Iglesia en estado de misión permanente. Es salir hacia los otros, estar cercana a todos. Es dinamismo para salir a donde están los alejados. Es lograr que las diócesis articulen su quehacer pastoral alrededor del eje misionero. Es impulso para revitalizar los procesos pastorales de cada diócesis. Va unido al proceso de promoción humana y de transformación de las realidades y estructuras sociales. Que abarque la economía, la política, las comunicaciones sociales, ámbitos en los que se mueven los laicos. Es el inicio de un talante misionero permanente en las diócesis.
Exigencias de la Misión
- Profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero.
- Desarrollar la dimensión misionera de todos los creyentes, recordándoles que, “en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos misioneros de Jesucristo” (DA 10).
- Convertir a cada comunidad cristiana en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo.
- Asegurar cálidos espacios de oración comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de unidad “para que el mundo crea” (Jn 17,21).
- Recorrer juntos un itinerario de conversión que nos lleve a ser discípulos misioneros de Jesucristo. En efecto, “discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo él nos salva (cf. Hech. 4, 12)”.
La Parroquia visita todas las casas del territorio de la comunidad tres veces al año, llevándoles un mensaje y evangelizándolos. Las visitas las realizan todos los miembros de los grupos apostólicos, van de dos en dos y el territorio de la comunidad está dividido.
Realizan la visita el Sábado Santo para invitarlos a los oficios de Semana Santa, explicarles la visita a los siete templos y darles un calendario anual. Posteriormente los visitan el Sábado anterior a la fiesta patronal del Sagrado Corazón de Jesús, para invitarlos a las celebraciones que tenemos, a la Exposición del Santísimo durante todo el día, al Concierto de la Fiesta Patronal y a las actividades que tendremos y finalmente los visitan el sábado anterior al día 25 de Diciembre, fecha en que celebramos el nacimiento de nuestro salvador, se les lleva un mensaje de navidad, se les entrega una tarjeta de navidad y se les invita a participar en las celebraciones de navidad y en el concierto navideño.